“Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo” (Aristóteles)
La Inteligencia Emocional determina la manera en que nos relacionamos y entendemos el mundo. Tiene en cuenta las actitudes y los sentimientos, y engloba habilidades como el control de los impulsos, la automotivación, la confianza, la empatía, la autoconciencia y sobre todo, constituye el recurso necesario para ofrecer nuestro potencial interior de forma brillante.
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